Saber que somos las mismas me reconforta sobremanera, sentir la satisfacción que emana nuestra esencia, sintiendo que nuestro espíritu sigue siendo el mismo, que continúa su camino, libre y genuino, es una sensación maravillosa y auténtica.
Cansada de actitudes en las que predomina prepotencia y superficialidad, propia de gente hueca que solo mira su ombligo careciendo del enriquecedor mundo interior que es lo que realmente nos hace únicos y valiosos, nos hace verdaderas personas sin el sometimiento de un escaparate al que a muchos les gusta asomarse, escaparate falso y ridículo en el que reflejan lo peor de sí mismos. Pero ahí estamos las dos, ahí estamos por encima de todo, conociéndonos, aceptándonos y queriéndonos. Porque los años no nos han quitado nuestra naturalidad e ilusión, los años nos han ayudado a conocernos mejor, a estar más seguras de nosotras mismas y a disfrutar de todos los buenos momentos que la vida nos ofrece.
Me quedo con nuestra amistad, me quedo con nuestra realización personal y siempre me quedaré con el sentimiento que nos une.
Qué bonito cuándo una relación de amistad es sincera. Brindo 🥂 por vosotras.
ResponderEliminar