domingo, 11 de enero de 2015

EL TREN

Basta un poco de espíritu aventurero para estar siempre satisfecho, pues en esta vida nada suele ser como deseamos, como suponemos ni como teniamos pensado.



Esta imagen podría representar el tren de mis sueños, porque en mi mente siempre hay una imagen igual que al recordarla me llena de felicidad. Aquella niña pequeña viajando en tren tantas y tantas veces para llegar a una ciudad en la que se sentía completamente feliz. No hace falta buscar cosas extraordinarias, que probablemente no existan, para estar satisfechos y contentos. A veces, lo más simple, lo más sencillo y cotidiano te llena el espíritu y el alma de una manera tan increible, que al recordarlo notas una sensación vibrante en tu interior. Yo diría que es una sensación entre el placer y el dolor, placer y alegría de recordar y volver a sentir esos momentos y dolor por no poderlos alcanzar de nuevo.

2 comentarios:

  1. En ese tren,en el último vagón como me gusta a mí, estoy yo para lo que tu quieras. Sigue escribiendo.

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