martes, 7 de noviembre de 2017

LA MENTIRA DE LA REALIDAD.

Andaba buscando entre mis recuerdos una sola imagen que me transmitiera confianza en el presente, seguridad en lo que soy, en lo que busco, sin querer saber aún donde voy. No me interesa aprender de tus errores, no deseo aceptar la falsedad de quién me mira a los ojos hablando sin parar y nunca diciendo la verdad.
 Me sumerjo en mi mundo tan real como irreal, he aprendido a olvidar, lo que hace daño hay que apartarlo a otro lugar, me entristece comprobar la falta de sinceridad, la falta de lealtad, ese volverte la espalda cuando lo que necesitas es esa mano cercana a la que poderte aferrar. Pero en mi mundo pequeño hay trazos de felicidad, hay algo que aunque lo busques es muy difícil encontrar.
Ya no quiero risas falsas, risas que vienen y van, esas que dicen te quiero, mañana te podré olvidar.
No necesito palabras vacias de sentimiento y una pizca de maldad.
A medida que me alejo, me voy conociendo más y voy llenando mis días de realización personal. Es justo lo que buscaba, es eso lo que quería, a veces las circunstancias se ponen a tu favor. Si miras en tu interior te sorprenderá encontrar la verdadera razón que tienes para luchar, para seguir adelante con total seguridad. Nadie te puede robar lo que has logrado ya, en la convicción profunda de cada paso que das, vas encontrando en la vida pedazos de felicidad.

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